1. Identificación y evaluación de riesgos de cumplimiento
• Mapeo de riesgos legales, regulatorios y éticos.
• Evaluación periódica de impacto y probabilidad.
• Actualización ante cambios normativos.
2. Diseño e implementación de políticas y procedimientos
• Códigos de conducta y ética.
• Políticas internas (anticorrupción, protección de datos, conflictos de interés, etc.).
• Procedimientos operativos para asegurar el cumplimiento.
3. Capacitación y concientización
• Programas de formación continua para empleados y directivos.
• Materiales educativos y campañas internas de comunicación.
• Formación específica en temas clave (p. ej., prevención de lavado de dinero).
4. Canales de denuncia y gestión de quejas
• Línea ética o canal de denuncias confidencial.
• Mecanismos de seguimiento y resolución de incidentes.
• Protección del denunciante (whistleblower protection).
5. Supervisión, auditoría y monitoreo
• Revisiones periódicas del cumplimiento de políticas.
• Auditorías internas o externas.
• Herramientas tecnológicas para monitoreo en tiempo real.
6. Gestión de incidentes y medidas disciplinarias
• Procedimientos de investigación interna.
• Registro y análisis de incumplimientos.
• Aplicación de sanciones y medidas correctivas.
7. Actualización normativa y legal
• Seguimiento de cambios legales y regulatorios.
• Adaptación de políticas y controles al nuevo marco normativo.
• Asesoría legal continua.
8. Reportes y métricas de cumplimiento
• Informes periódicos a la alta dirección y al consejo.
• Indicadores clave de desempeño en cumplimiento.
• Documentación ante posibles inspecciones o requerimientos.
9. Integración con otros sistemas de gestión
• Coordinación con sistemas de gestión de riesgos, calidad, seguridad de la información, etc.
• Enfoque de cumplimiento transversal en toda la organización.